Frente a una depresión, a menudo se buscan explicaciones y las primeras preguntas que surgen son: “¿Por qué yo?, ¿Qué es lo que me ha pasado?, ¿A qué es debido?, ¿Qué he hecho?“. La necesidad de comprender y darle sentido a lo que nos sucede es un proceso natural, especialmente en relación con las experiencias dolorosas. Es frecuente también recurrir a explicaciones que podrían parecer posibles. Se piensa en causas externas (”Es por los problemas económicos”) o a causas internas (“Es culpa mía”).
Sin embargo, estas interpretaciones están a menudo muy lejos de las “causas reales “ de la depresión y a menudo son un obstáculo para el tratamiento y la curación, retrasando la consulta al médico y/o psicólogo.